Valencia.- Yorman Rodríguez observa como una línea salida de su bate viaja hacia lo más profundo del Estadio José Bernardo Pérez, entre los jardines central y derecho. Ha concluido su turno en la práctica y ahora se refresca apurando un vaso de agua. Tendrá poco más de una hora para terminar de alistarse, antes del encuentro entre Bravos de Margarita y Magallanes.

El ex prospecto de los Rojos de Cincinnati, que llegó a las Grandes Ligas en 2014, tenía un par de años fuera de los diamantes, pero a mediados de año decidió tratar de salir del limbo al que fue a parar por decisión propia.

“Trabajé fuerte durante tres meses y medio, antes de incorporarme a las prácticas de Margarita”, asegura, en un esfuerzo por vencer su parquedad al hablar. “Estoy muy agradecido con la gente de la academia de Ramón Hernández (en Maracay), donde practiqué. Luego comencé a trabajar fuerte con el equipo (desde el 22 de septiembre), aunque las cosas no han salido bien. Pero ahí vamos”.

Rodríguez acaparó los titulares de la prensa deportiva nacional en agosto de 2008, cuando a los 16 años de edad estampó su rúbrica con Cincinnati por un bono de 2,5 millones de dólares. Hasta ese instante el mayor incentivo para venezolano alguno en la historia del proceso de firmas internacionales de las Mayores.

“Es un gran éxito para los Rojos”, declaró Tony Arias, director de scouts en Latinoamérica de Cincinnati, al diario El Nacional, por aquellos días. “En los últimos dos años, nuestra política para seleccionar talentos en la región ha sido mucho más agresiva y queremos formar parte del empuje que está teniendo Venezuela. Ahora mismo no escatimamos en recursos para conseguir a los peloteros disponibles donde quiera que se encuentren. Yorman era el jugador de posición con mejores aptitudes en el mercado”.

Poseedor de las cinco herramientas, los Rojos esperaban que después de su promoción al equipo grande hace apenas cuatro temporadas, el oriundo de Ocumare de la Costa, se consolidara arriba y fuera un pelotero franquicia. Nada de eso ocurrió y en 2016, tras 11 encuentros en Clase A+ fue dejado libre.

Ahora, el joven de 26 años de edad, aspira a recuperar el tiempo perdido.

“Todavía tengo confianza en mi juego, en mis condiciones. Sigo siendo un pelotero. Pasaron cosas de las que prefiero no hablar, pero que quedaron atrás. Ahora, debo seguir trabajando día a día, en lo mío”, afirma.

Hiram Bocachica, coach de bateo de los Bravos, piensa que Rodríguez tiene la actitud correcta para afrontar el reto de reinventarse en el terreno de juego.

“Es un joven con muchas habilidades, las cinco herramientas están allí todavía, pero debe volver a pulirlas. Tengo entendido que su pasado no fue el mejor, tomó algunas decisiones erróneas que le afectaron cuando era más joven, pero se presentó a nuestro campo de entrenamientos (en San Joaquín) con la disposición de echar para adelante, mejorar y recuperar su carrera”, señala el técnico boricua, que siguió atento el desempeño de Rodríguez, durante la práctica de bateo en Valencia.

“He sabido cómo llegarle. Yorman me ha escuchado bastante y siempre ha estado dispuesto”, agrega el técnico boricua.

Rodríguez trató de llevar sus conexiones a los pasillos del José Bernardo Pérez, mientras duró su ejercicio en la caja de bateo. No intentó halar la bola, como fue su característica al empuñar el madero en Ligas Menores.

“Me enfoqué en darle a la bola del medio hacia el otro lado. Es algo que me ha ayudado mucho. Las cosas no me han salido como esperábamos, pero es lo importante es ir sumando juegos”, apunta Rodríguez, que en sus primeros ocho turnos en la 2018-2019, conectó un hit y se ponchó seis veces.

Bocachica no tiene quejas del aragüeño y cada vez que puede, trata de animarlo a superarse.

“El beisbol se basa en la confianza. Sin esa cualidad no hay nada. Así tengas las herramientas, debes creer en lo que puedes hacer. Este juego es más mental que físico. Yorman sabe lo que pudo haber sido y lo que no es”, abunda el coach. “Entonces ahí, comienzan los conflictos, las disoluciones como persona y pelotero. Pero eso está cambiando, ha madurado y tiene la disposición de mejorar y ayudar al equipo, eso redundará en su carrera”.

Rodríguez lo entiende y dirige su mirada al horizonte, optimista. El porvenir vuelve a ser la promesa de algo mejor.

“Estoy trabajando para volver a la pelota organizada y pienso que aquí esta Yorman Rodríguez para seguir jugando por muchos años más”, enfatiza, mientras enjuga su sudor. “Hace poco más de un mes tuve un chequeo con la gente de Texas. Me dijeron que siguiera trabajando, que me querían ver jugando en la liga. Espero que las cosas salgan bien para conseguir otra oportunidad en Estados Unidos”.

Antes tendrá que enfocarse y comenzar a soltar tablazos para los Bravos, como esperaba el alto mando del club, cuando decidió pedirlo a los Navegantes, junto con Eliezer Alfonzo y José Osuna, en el cambio de los grandeligas Yusmeiro Petit y Jonathan Herrera, en julio de 2014.

“Me siento bien en los jardines, las piernas están bien y estoy saludable, que es lo importante. Sé que puedo aportar. La gente de Ocumare está esperando el batazo, pero les dije que se quedaran tranquilos que eso viene”.

Yorman Rodríguez practicó durante tres meses y medio, antes de unirse a la pretemporada de Bravos de Margarita 

Bravos ha decidido volver a apostar a su talento, en una temporada que no ha comenzado bien, tras perder los tres compromisos de la primera semana del calendario.

“Tenemos buen equipo para ganar juegos y pelear en la temporada”, advierte Rodríguez. “(El manager) Henry (Blanco) me ha dicho que debemos trabajar duro y jugar fuerte. Estar temprano todos los días en el terreno, para ser un buen pelotero”.

Nunca es tarde para tener un nuevo inicio.

“Quiero jugar. Es lo que quiero”, reitera el patrullero antes de ir a los jardines a tomar elevados, mientras cae la tarde.